ULTRA-TRAIL DEL ANETO

Por fin llegó el 1 de agosto después de mucho tiempo esperando este momento.
A las 10 horas nos daban cita en la salida para comprobar el material, depende quien pillases ni te lo miraba, a mi cuando me vieron mi mochila me dejaron pasar por que era evidente que llevaba el mínimo de peso.
Salimos a las 11 horas casi con la lágrima en los ojos de la emoción, el ambiente es impresionante. Empiezo a correr hasta Senarta sin parar, hasta la primera subida dura. Posiblemente corrí al lado de Pau el otro compañero Routier que corría la Trail. Subida larga hasta el cuello de Vallibierna, pasando por lagos, tarteras, a la izquierda se apreciaba el Aneto y a la derecha el pico Culebras i Vallibierna, en fin paisajes espectaculares. Llegamos al cuello y bajada para Llauset. Comemos algo, nos refrescamos y para arriba otra vez. La verdad que se me atragantó un poco la vuelta al Vallibierna.
Una vez en el cuello la Guardia Civil de montaña me dice que nos demos prisa que la tormenta está en Huesca y no me lo pienso dos veces, a piñón para abajo. Ya bajando se aprecia como la tormenta está por el Posets y a los 10 minutos ya estaba encima nuestro. Ya con la lluvia que nos acompaña hasta senarta me junto con dos chicos de Lleida que llevaban un buen ritmo. Una vez en Senarta, empezamos a subir dirección lo Llanos, y me doy cuenta que no voy fino. Ya llegando a los Llanos se me hace de noche y empiezo a experimentar unas sensaciones que nunca había tenido. Me da un bajón de fuerzas, empiezo a tener sueño y empiezo a verlo todo negativo, mi cabeza ya no iba como yo esperaba.



Creo que me empieza a dar una pájara de las grandes. Llego a los Llanos ya con la mente en abandonar, pero como soy un poco cabezón aguanto hasta la Besurta. Una vez en allí ya sabia que no podía mas y que tenia todos los números para abandonar. Ahí me siento impotente ya que se que mis piernas no tiran pero aun así me levanto, como algo y mi orgullo me sube hasta Aigüalluts. Sello control y otra vez para la Besurta. Otra vez estaba allí pensando que hacía. Estoy un rato solo asimilando que no podía mas y que lo mejor era abandonar. Pensar que aun me quedaban 4 horas por lo menos me acabó de hundir. Me costó tomar la decisión pero creo que era lo mejor para mi cuerpo. Aprendí que la salud es lo primero y que cuando tu cuerpo te dice basta no se consigue nada siguiendo, el Aneto siempre estará ahí.
Después de 60 quilómetros y 14 horas abandono, pero contento por la experiencia, no tengo ninguna duda que volveré.



Ya al día siguiente en el hotel no dejo de pensar el motivo del abandono, pudo ser la mala alimentación ya que la carrera era en autosuficiencia?, pudo ser la falta de costumbre en altura ya que se subía hasta los 2700 mts?, aun no lo se, pero si algo saqué en claro es que para hacer estas locuras hay que entrenar mas.
El otro Routier consigue acabarla en 16h40´ y en la posición 166, muy bien Pau.
La carrera fue muy dura, ya que casi la mitad abandonó.
Para el siguiente año ya tengo mi reto pendiente, acabar una carrera de este tipo.

Jose Moreno.